Innside Fuerteventura. Difícil hacerlo mejor

Qué es un hotel. Posiblemente nadie lo sabe muy bien ya pues lo normal es que ya no estemos hablando solamente de un sitio para dormir y desayunar. ¿Qué es un hotel para un/una Travel-Solo? Había dicho alguna vez que un compañero de viaje más (posiblemente el principal a veces). Sin embargo puede haber muchos tipos de compañeros de viaje y aportarnos todos algo, o bien poco. Y alguien que acostumbra a viajar solo puede ser o el compañero de viaje ideal (considero que la mayoría de las veces), o nefasto. Lo cierto es que hay hoteles que consiguen sacar lo mejor de un viajero precisamente porque saben entender, desde su concepción, todas y cada una de las necesidades que un viajero digno de ser llamado así, pueda tener a la hora de elegirlo. Si un viajero excelente es ese que sabe sacar de un viaje lo mejor de viajar solo y viajar acompañado, un hotel que sepa acompañar al travel solo es uno que precisamente sabe hacer de catalizador, y no sólo telón de fondo, de muchas de las cosas que ocurren en un viaje y que son, al fin y al cabo, las que nos hacen estar enganchados continuamente a ésto…

Que un sitio consiga precisamente ‘entender’ lo que quiero más allá del check-in es lo que me ha pasado con el Innside Fuerteventura. Un hotel que, traicionando a propósito a la etiqueta de su marca, de Innside no tiene nada… Aunque la cadena Melià ya ha explicado que quiere expandir su concepto (Innside), concebido inicialmente como marca 100% urbana, y trasladarlo al mar… En concreto ya ha reconvertido dos antiguos herederos de otra marca del grupo (el Melià Ibiza y éste, que nació como Sol Beach House by Melià) al concepto Innside. Y os puedo decir que el experimento les ha salido muy bien.

Querrás hacer este camino el resto de tu vida…

Pero qué es Innside. Nadie lo sabe muy bien tampoco. Es una manera de entender un hotel. O igual, lo que habitualmente no suele ser. Algo así como una gran casa con amigos, posiblemente. Para los que no nos gustan las casas alquiladas (con sus buzones, sus vecinos… esos patios interiores y esos ascensores y esa falta de bar) y nos gusta alojarnos en hoteles (se imaginan a Hemingway, Henry Miller o Dos Passos alquilando un Airbnb?), precisamente el Innside Fuerteventura recoge lo mejor de estar en un hotel y lo mejor de sentir que estás en un lugar diferente a ésto último junto a gente especial. Gente con la que hablarías… ¿Dónde? En cualquier parte pues todo allí está concebido como una exquisita casa abierta hacia el mar. Y cuando digo ‘mar’ hablo de: la impresionante playa de Sotavento en Fuerteventura. Un lugar donde la luz se refleja en verdad de otra manera gracias a las deliciosas mareas que inundan parte del inmenso arenal por la mañana. Un lugar de donde, de veras, te costará salir

Lo cierto es que hay hoteles que consiguen sacar lo mejor de un viajero precisamente porque saben entender, desde su concepción, todas y cada una de las necesidades que un viajero digno de ser llamado así

Ejemplos de esta manera que ha tenido la cadena mallorquina de conseguir que no estemos ante algo más que un montón de habitaciones apiladas en torno a una piscina (una infinity, por cierto, con vistas privilegiadas a las dunas de Sotavento y a la playa) es lo que veréis en la foto de abajo: 

Efectivamente, las habitaciones-studio de la planta baja comparten una especie de zona ajardinada (gobernada por cierto por una simpática colonia de gatos cuidados por el personal y que campan a sus anchas por el Innside) en la que no se distingue prácicamente el área privada de la común: consecuencia? Los amantes del kitesurf y del easy-chatting comparten espacio donde dejar sus velas, sus neoprenos, descansar, tomar unas cervezas o simplemente ver atardecer desde un sitio que, por cierto, únicamente tiene al lado otro hotel de la cadena Melià. El siguiente lugar habitado queda… a más de diez gozosos kilómetros. 

Alguien dijo playa? (Si miráis muy al fondo, veréis a alguien caminando delante de mí)

Sigo enumerando por qué este hotel va a ser el sitio ideal si decides, por este orden, viajar solo, viajar acompañado, las dos cosas, visitar la isla, o simplemente desconectar de todo: 

Por su decoración playera y, a la vez, maravillosamente concebida para disfrutar de unas habitaciones que te van a dejar sin habla en cuanto entres… por no decir de un balcón desde el que (ojo mosquitos) se amanece que no es poco de esta manera…

Por su zona común, abierta a la piscina, donde los desayunos en mesa abierta se prolongarán mucho o, como mínimo lo suficiente como para salir de nuevo a la piscina donde poder disfrutar de un smoothie o simplemente relajarse en silencio (estamos en un Adult-Only).

Nice n’ easy…

Obvio. Por su piscina junto a la playa. Silenciosa, como dije, en su justa medida pues suele haber música en directo al mediodía… y me dicen que, también, durante las noches de primavera. Mon-dieu. 

Por cierto sólo tendrás desde aquí que bajar unas escaleras para encontrarte casi a pie de la playa de Sotavento.

Su segundo piso. Con vistas a la propia playa. Chimenea durante las frescas noches de invierno, bar y… atentos Digital Nomads: zona de trabajo con impresora… hará de este hotel una de las mejores oficinas que se me pueden ocurrir. Y un sitio perfecto para probar una coctelería de carta más que bien suplida por la noche. 

Sí. Esta zona también tiene mesas de trabajo

Conclusión: no viajé exactamente solo; mi padre y hermano ocuparon sus respectivas habitaciones que además la cadena Melià tuvo la amabilidad de hacer upgrade a Studio Vista Mar. Los cuatro días ‘pandémicos’ de estancia en el Innside Fuerteventura sólo se vieron interrumpidos por una excursión a la ineludible, y relativamente cercana, playa de Cofete. El resto del tiempo… el coche se quedó en la puerta. Imposible salir de allí. ¿Qué es un hotel por tanto? Para mí un hotel perfecto es además un sitio que no te puedes quitar de la cabeza, que no sólo forma parte del destino al que viajas sino que es un destino en sí mismo. Y que te permite olvidar que hay más realidad ahí fuera…

Y que da igual si lo visitas solo o acompañado pues siempre sabrá aportarte lo mejor que tiene un viaje: magia absoluta.

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