elegir un hotel si viajas solo

Si en estos tiempos ‘post-covid’ no le has dado un par de vueltas a tus posibilidades de viaje y has reservado cualquier oferta de ‘Booking’ que creas se ajusta a tu presupuesto y lo has hecho sin tener en cuenta el tipo de establecimiento donde vas a dormir, llegas tarde a esta web. Si has reservado además en cualquier hotel familiar gracias a la foto de la piscina que has visto y las ‘valoraciones’ en TripAdvisor: suerte y Lorazepam. Intentaremos no obstante arreglar algo…

En cualquier caso, para el resto o para los que no puedan dar marcha atrás a su decisión, aquí van unos cuantos consejos basadas en reflexiones de años de viajero solitario. Y aclaro una vez más: el viajero solitario no es alguien que viaja solo siempre.

1 – Nunca un hotel familiar por barato que sea

Vaya por delante un matiz; adoro a los niños y me parecen lo más divertido del mundo, pero detesto esa modalidad que encuentra sus cumbres de horrendez y mala educación en los paises latinos y que se viene a llamar ‘Turismo Familiar’: ese que da voces en el buffet del desayuno, el que baja con 5 toallas a las 8 de la mañana a reservar hamacas en la piscina, el que se lleva el pan del desayuno para prepararse bocadillos o directamente lo manosea en la panera… ¿Te suena?

Aunque sobran las disculpas, entiéndase entonces aquí (insisto) que no se está arremetiendo ‘contra los niños’ sino contra una manera de viajar (perfectamente válida para muchos) pero que acaba configurando de tal manera la oferta de actividades, la propuesta general de ocio del hotel, la estética, la manera de relacionarse de los huéspedes, e incluso la propia arquitectura del sitio, que los viajeros solitarios no van a encontrar digamos excesiva cabida en él. Mi consejo nº1 se basa en algo tan claro como ésto: Cuando pagas por una habitación ya hace tiempo que has dejado de pagar por la almohada y el colchón. Eso ya está amortizado desde el primer momento que se pone en marcha esa inversión (la de montar un hotel). Los hoteleros de hoy en día dicen que las clásicas 3B’s (Bed, Breakfast, Bathroom) han pasado de ser la oferta central de la propuesta a representar sólo la parte supletoria de la experiencia. Cuando pagas por un hotel, pagas por todos los servicios que tiene aunque no los vayas a usar, por tanto… Pagas por los toboganes de plástico, por el all inclusive, pagas por la piscina infantil, pagas por la piscina de adultos y por la infantil.

¿Te suena la promoción de ‘Niño gratis’?

La pagas tú también.

Si buscas sólo las 3B’s busca un hostal que sea nuevo, céntrico y limpio. Nunca vayas a un hotel. Y si vas a un hotel, ya sabes: normalmente un ‘Adult Only’ suele ser la mejor manera de sentirse ‘Adult’ y ‘Only’. Pero vuelvo al principio…

Los atardeceres desde el Barcelo Portinatx. Un Adult Only para sentirse bien Adult y bien Only

Si buscas algo más. Mi consejo claro es que nunca (repito, Nunca), vayas a un hotel familiar. ¿Por qué? Cuando pagas una habitación ya hemos quedado que ya no pagas por la cama. Y a no ser que tengas una tara que haga que disfrutes de ver cantando en el hall a los animadores infantiles achicharrados bajo un disfraz de Bob Esponja y quieras sufragar las áreas de juegos, la piscina infantil, y la sala de televisión con los tele-tubbies a todo trapo… todo a costa de no poder tener: un spà, una barra de còcteles mínimamente bien atendida, un servicio de habitaciones con sandwiches medio decentes, una piscina sin hora de juegos, un buffet sin refritos… No debes nunca ‘invertir’ el dinero de tu viaje pagándole las vacaciones a otros. Por ende, vas a ser el bicho raro a la hora de bajar a la piscina, a la hora de colocarte en una mesa para el desayuno, a la hora de darte una habitación, a la hora de estar solo/a en el bar… ¿Hacen falta más razones?

2 – Si quieres comer bien, olvídate del desayuno (la más de las veces)

Siempre es igual. Sólo sirve para que los alemanes se embutan de ese horror de salchichas refritas y bollos industriales. La gente se pega codazos en la zona de cortar el pan. No hacen más que generar plásticos y nunca tocas la fruta. Afortunadamente el Covid nos va a salvar durante un tiempo del famoso ‘Continental’. Si puedes ahorrártelo y desayunar algo digno y local fuera, mejor. Si está incluído en tu tarifa, te recomendaría bajar sólo y comer fruta y café. Pero va a ser imposible o sea que… De elegir un sitio con desayuno, que sea un sitio medianamente decente y que lo publique con un mínimo de ‘concepto’ en su web. Hay sitios en Grecia en los que encontrarás un sello que dice que el desayuno que sirven ha sido supervisado por el gremio de cocineros local procurando que contenga un porcentaje elevado de producto y elaboraciones de la zona. Es un buen comienzo.

Barceló hace poco ha empezado a implantar el B-likeit. Es otro buen comienzo. La cadena room-mate de Kike Sarasola anunció que iba a modificar sus horarios de desayuno, variar su oferta y alargarlos hasta las 13, puede que no sea una mala idea. Sitios no necesariamente de altísimo nivel, como el Dear Hotel, en Madrid, ofrecen una opción mixta de Continental y desayuno a la carta preparado al momento Poco a poco los hoteles van cuidando de que el primer momento del día no consista en acabar volviendo a la habitación odiándose a uno mismo. Si no es esta la clara opción… mi recomendación es prescindir del Continental.

Por cierto: si prescindes del desayuno continental podrás comer pronto y cenar pronto: y ese es un buen objetivo para el Travel Solo siempre.

3- El hotel que elijas debe ser tu mejor amigo

Eso implica una cosa de entrada: no reserves nunca a través de Booking (o similares). Las conocidas habitualmente en el gremio como OTA’s (Online travel agency) se van a quedar con un porcentaje muy interesante de tu reserva por el simple hecho de haberla gestionado. Y eso, si fueses el dueño del hotel, no te gustaría.

Ese anuncio tan acertado de booking que nunca verás en este blog te ha convencido de reservar en ese sitio de Menorca. Genial. Sal del buscador, encuentra el sitio en google, asegúrate de que es la web del hotel y no Hotels.com o similares y hazte el favor de reservar la habitación que quieres en la web del hotel.

Si a elección es mínimamente acertada, te lo van a agradecer, te lo aseguro.

¿Quieres toboganes? A la recepción del Barceló Málaga, puedes bajar en uno

4- Las estrellas ya no dicen nada

Hablan de espacio (habitación más grande), nevera (que salvo que el hotel sea muy bueno sólo hará ruído). Es mejor pagar por una buena habitación en un tres estrellas nuevo que pagar lo mismo en un 4*.

5- Si tienes que pedir algo, pídelo

Y hazlo bien. ¿Te acuerdas del punto 3? A ti no te lo parecerá, pero la gente que viaja sola suele caer bastante bien por la sencilla razón de que no les suele dar por montar raves a ellos solos ni lanzarse desde el cuarto al romperse el occipital contra el borde de la piscina. Como mucho el que va a suicidarse pide bañera, y punto.

Si has caído bien en el check-in es bastante probable que a la persona que te atendió no le importe intentar recolocarte en otra habitación, que te suban un croissant con jamon y queso que no hay en carta o conseguirte un coche de alquiler mañana (eso lo harán siempre aunque seas un imbécil pues encima comisionarán)

El problema es que cuando uno viaja solo parece que tiene que pedir perdón por hacerlo. Y como no vamos en manada, nos callamos pues bastante han hecho con aceptar nuestra Visa y dejarnos estar allí. En una sociedad tan estúpidamente gremial como la latina, viajar solo parece que avergüenza. Aprende a pedir las cosas en recepción pues además, si has escogido bien el hotel, el empleado estará encantado de hacer su trabajo para alguien amable.

6 – Llama al servicio de habitaciones para que te suban algo

Viajas solo. Hazlo. No hay excusa. La mejor terapia que puede haber es que te suban algo decente a la una de la madrugada mientras estás viendo alguna serie alemana de policías. Si hablamos de empoderarse; esto es poder. En ninguna parte del mundo ocurre que puedas levantar el teléfono a esas horas y que un completo desconocido te haga llegar al dormitorio una hamburguesa con doble de patatas en un plato que nunca tendrás que fregar. Eso sólo puede ocurrir en un hotel. Escoge el que sepa hacerlo.

Un buen hall, con un buen bar, y un buen libro… siempre son una buena idea por la noche

7- Elige la habitación que quieres salvo si lo que quieres es una ‘Suite’

Las ‘Suites’ por regla general son deprimentes y ahora mucho más que han decidido plantarle una cocinita escondida o visible a todas. Se parecen tanto a un apartamento que han hecho perder el sentido real de ir a un hotel. Sin embargo si notas el pálpito de que una habitación en concreto te va a hacer más feliz (por sus vistas, por su decoración, por sus extras); paga por ella.

Lo que no puedes hacer es ser tan cutre de creer que pagando la habitación más barata te van a dar una en piso alto, con buenas vistas, con cama king-size, lejos del ascensor, con máquina Nexpresso y ducha de lluvia.

8 – Be ‘fidelity’ my friend

Los planes de fidelización son para algo. Y la fidelidad, si es mutua y conveniente, también. Pertenezco al plan de fidelización de varias cadenas, el de Melià es uno de ellos. Y te puedo asegurar que la palabra upgrade, trato preferencial, late check-out, check-in preferente toman su valor cuando lo disfrutas. Sé fiel y mira con quien (ya sea la cadena que he dicho, o Radisson, o Barceló, o NH…). Escoge un buen plan de adhesión a una cadena mirando y comparando cuáles son los beneficios que te otorgarán cuando llegues al nivel que crees poder llegar en dos años. Cambiaría mi nivel Platinum en Melià por muy pocas cosas… os digo ésto para acabar.

9 – A ser posible, un hotel pequeño (con buen bar)

Por varias razones: suelen intentar conocerte mejor, la oferta gastro suele estar más cuidada, suelen personalizar más tus gustos… Pero sobre todo hay una razón: no tienden a vender el 40% por ciento de su oferta de habitaciones a precio pactado a grupos de británicos (por poner un ejemplo). Eso suele significar que no te encontrarás en un determinado momento con una marabunta en el desayuno ni haciendo reserva de tumbonas en la piscina además de otro tipo de actitudes que se dan independientemente del nivel del hotel (muchas veces esas habitaciones se han vendido en lote bajando el precio). Por cierto; será más fácil que te encuentres con viajeros como tú… que si no lo has notado tienden bastante a respetarse.

10 – La temporada baja será siempre tu mejor amiga

De verdad tengo que explicarlo? En cualquier caso, será el mejor momento de escoger precisamente ese hotel que quieres pues tendrán habitaciones de sobra y tiempo para entender y agradecer el tipo de viajero que eres. El mejor que hay.

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